Cosas de niños, asuntos de Dios
Por Claudia Adant
31 de mayo, de 2015
La educación es base esencial para el desarrollo del ser humano, permite crecer, avanzar y desarrollar una vida plena. Por el contrario, la falta de ella atrofia el crecimiento integral de la persona. La educación comienza desde los primeros años de vida. El Instituto Canadiense para la Investigación Avanzada, CIAR, llegó a la conclusión de que el desarrollo de la niñez a edades tempranas afecta la salud física y mental en la vida adulta. Dicho lo anterior, deducimos la importancia de aprender, de conocer y buscar el conocimiento y la sabiduría, cuánto más aun aprender a leer a temprana edad la Palabra de Dios, que está llena de vida, sabiduría y entendimiento. El Rey más sabio de la tierra escribió:
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando se haga viejo, jamás se apartará de él”.
Al enseñar a un niño, no sólo se impacta su presente sino también su futuro. Desde la edad pre-escolar, las instituciones de enseñanza de este mundo moderno inclinan su enfoque a verdades a medias, porque no incluyen el fundamento bíblico. Enseñar la Biblia, dará los cimientos para formar un carácter sólido en el niño desde temprana edad.
Como educadora y madre, he tenido la experiencia personal de educar a mis hijos en el Evangelio desde muy temprana edad. Ellos formaron parte de un estudio bíblico de niños que era dirigido por las propias mamás. Cada viernes, era un día esperado por los niños, pues no solamente se compartía con amigos y se realizaban actividades lúdicas que atraían tanto su atención, sino que escuchaban un mensaje diferente, el mensaje de la Palabra de Dios. Ese mensaje plantó una semilla en cada uno de sus corazones que ha dado mucho fruto hasta la fecha siendo ya jóvenes adultos. El escuchar las historias intrépidas de David, las parábolas de Jesús y la vida valiente de los Apóstoles en el libro de Hechos, formó carácter en cada uno de ellos. Esa Palabra plantada ha permanecido, por lo que puedo decir con certeza que educar a temprana edad con la Palabra de Dios es un regalo que no debemos negar a nuestros niños, ellos son el futuro de cada nación y merecen tener esa oportunidad.
Esta experiencia que tuvimos en ese estudio bíblico de niños hace 20 años, fue la chispa para que Arrebata las Naciones para Jesucristo fuera guiado por El Señor a evangelizar y discipular por medio de estudios bíblicos para niños en escuelas rurales del país. Desde 2009 comenzamos en una escuelita en San Marcos, después continuamos en otra en El Jiote y estas dos fueron nuestro proyecto piloto, con el que experimentamos para el día de hoy haber logrado tener treinta estudios bíblicos en diferentes escuelas en varias zonas rurales del país, como lo podemos ver en esta tabla:
Este año están dentro del programa de estudios bíblicos 1,346 niños instruyéndose semanalmente en la Palabra de Dios. Sigamos trabajando juntos y unidos para la manifestación del Reino de Dios en la tierra. Sigamos bendiciendo a nuestros niños, seamos parte de esa tarea que nuestro Señor Jesucristo nos encomendó.
Si quieres ver el video de la entrega de Biblias haz clic aquí: